viernes, 12 de octubre de 2012

Shelter For Feelings & Dreams

Sus ojos la contemplan con deseo, con la muda advertencia de un inminente ataque en toda regla, del que no podrá escapar. Nadia conoce esa mirada y es fan de esos deliciosos instantes. Una sensación atenaza su vientre y se expande en oleadas por todo su cuerpo. Es tan fácil con él. Un simple toque de la yema de sus dedos en el cuello, activa, infalible, el mecanismo del deseo y el placer en ella. Fue así desde el primer día y aún hoy continúa siéndolo. Ella pensaba que, pasada la novedad, sus cuerpos se acostumbrarían a las sensaciones que mutuamente se provocaban y tendrían que conformarse con encuentros más normales, pero lejos de ser así, y sin necesidad de practicar cada día una nueva postura del Kamasutra o de hacer acopio de artilugios eróticos para lograrlo, cosas ambas que también habían probado, sus cuerpos siempre sabían ejecutar la danza con maestría, provocando un inenarrable placer en ambos. Debía de tratarse de algo químico, pensaba ella, pero en lugar de analizarlo, siempre se volcaba en vivirlo, ya se tratara de una noche especial con escena preparada por él en un marco incomparable, o de un delicioso aquí-te-pillo-aquí-te-mato en la ducha antes de escapar a la oficina.

Mientras los pensamientos de ella vagan por esos derroteros, él no ha quitado sus inmensos ojos de ella, y se ha ido acercando a su presa, quien se ha rendido ya a su atacante. La atrae hacia sí, agarrándola con la mano izquierda por la cintura, y acercando su boca a la de ella sin llegar a tocarla, dejando solo que sienta su cálido aliento. Ella muere por saborear esa boca, pero se excita por la espera y porque la lengua de él empieza a dibujar algoritmos de amor en su cuello, que ella entrega a su verdugo sin condiciones, abandonada al placer, dejando escapar un jadeo. Él acaricia su barbilla con la mano derecha y le pone sobre los labios sus dedos, que ella besa, mordisquea y chupa con avidez. Suavemente él retira su mano y, subiéndole la falda del vestido, la lleva hacia su sexo, que la recibe con hambre.

—Ahhhh... —jadea excitada.

—Di mi nombre —dice Carlos con voz queda.

Nadia baila entre dos mundos, entre dos Universos paralelos. Mientras se desdibujan las escenas y se diluyen las sensaciones en uno, se redibujan los contornos y se recuperan los sentidos en el otro. Se concentra y lucha por controlar su respiración, cuidando no alterarla, manteniendo de forma consciente la impresión externa de que sigue soñando y de que está excitada disfrutando en un mar de placeres. Con la voz semironca y susurrando responde:

—Carlos... Carlos...

Dreams... A different Universe

Y Carlos sonríe, recuperando un poco de la seguridad que segundos antes se balanceaba en una cuerda floja, cuando temía que soñara con otro. Se acerca a ella muy despacio, pues no quiere despertarla, y con infinito amor y ternura retira un mechón rebelde de su cara y acaricia su pómulo. Su respiración se calma y parece seguir profundamente dormida, soñando.

Nadia, por su parte, ha salido airosa una vez más sin revelar su secreto. Ha pronunciado conscientemente el nombre de su marido, que permanece ajeno a la realidad y no sabe que ella miente, ni que la boca que besaba ávida hace unos segundos en sus sueños, no era la de él. Ella no ha desvelado su secreto, no ha renunciado a su mágico mundo paralelo, a volar con su imaginación, a sus sueños, al refugio donde escapa cuando siente que la vida se le escapa por las rendijas de pura monotonía y necesita llenar los vacíos que acumula. Quiere a Carlos, pero necesita volar de tanto en tanto y se niega a abandonar la única posibilidad que se concede a sí misma para vivir su historia de amor con Leo, a quien ama y a quien ha relegado a ese Universo onírico para mantener a salvo su matrimonio y su familia.

6 comentarios:

  1. ¡Me encantó tu relato! Guardar un trocito de vida en el mundo de los sueños. ¡Tan necesario a veces!

    Un abrazo

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    1. ¡Gracias, Javi! No hay que dejar de soñar, poniendo cuidado de mantener siempre un pie en el mundo real :)

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  2. Este mundo dónde lo agrio y lo dulce se dan la mano,
    unas veces visto... otras en silencio,
    amor versus pareja, pasión contra tedio...
    Un abrazo

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    1. A veces en esta sociedad no se puede tener todo (salvo que todas las partes implicadas conozcan la situación y la acepten), y de alguna manera hay que elegir. Tanto si se decide vivir la pasión como si se queda en el mundo de los sueños, a la larga también se desvanece y se torna en tedio, y surgirá la necesidad de recargarla. Si lo haces soñando, nadie resulta herido :)

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  3. Ufff!! Magnífico!! Magnífica historia y magnífico final. Muy buen contado, sí!!! Eres puro talento.
    Un abrazo de brisa de mar.

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    1. Me alegro muchísimo de que te gustara, Tegala. A veces los sueños son el único refugio viable para no romper el corazón a aquellos que nos importan.

      Un abrazo con sabor a castañas asadas :)

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