domingo, 17 de enero de 2010

Riding on Life

Mucho tiempo llevo sin pasar por aquí a sembrar unas letras que juntas, como hormiguitas, formen palabras y, a veces, párrafos con sentido. He vivido muchas cosas desde mi última entrada, buenas y malas, y casi sin darme cuenta, el reloj de arena del 2009 fue dado la vuelta y ya corre, a su ritmo, grano a grano, el tiempo del 2010. Mi cabeza está llena de preguntas sin respuesta, y nadie, salvo yo, podrá ir contestándolas, o tal vez algunas queden para siempre así. De nada me ayudaría acudir a una echadora de cartas o consultar la bola de cristal. Sólo serviría para esconder la cabeza bajo tierra y dejar que otros tomen las decisiones por mí, cuando soy yo quien debe hacerlas propias. Cuando queremos hacer un cambio importante nos refugiamos a veces en excusas, y es que no se puede estar aquí y allí al mismo tiempo, ni se pueden tener siempre todas las cartas sobre la mesa. Las más de las veces hay incógnitas, pero si esperas a desvelar cada una de ellas, tal vez el tren se irá y no llegará otro para llevarte a tu destino.

Veremos cómo evoluciona mi amasijo de interrogantes y qué me depara este año que comienza. Sólo sé que esta vez no tengo intención de quedarme esperando a que la vida pase ante mí, y pienso montar en ella, aunque sea sin silla, a pelo, ¡como una amazona!.



5 comentarios:

  1. Di que sí!! A medida que avance el año tus dudas se iràn resolviendo, pero ni siquiera mientras eso sucede hay que pararse a mirar. Aprovechemos la vida a tope, porque es la NUESTRA!! :D
    Ese finde de Cibeles cuento con verte, a ver si reservo ya el hotel. Te informarè. ^_^
    Mil besos, amazona!!

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  2. Si total, ¿qué puede pasar? Lo mismo me caigo si la vida sale a trote o se desboca un poco, pero será cuestión de intentar no romperse nada y, sacudiendo el polvo del camino de los pantalones, volver a montar :-)

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  3. Me gusta la gente tan optimista, un aplauso para ti ;)

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  4. Me gusta ver el punto positivo de las cosas, sin cerrar los ojos a lo negativo, claro, pues sería engañarse, pero no sé si el optimismo se puede aprender o está en tu código genético :-)

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  5. ¡¡Te añoro!! Y te debo un mail, preciosa!! MIL BESOS!!!

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