Por segunda vez en mi vida, mis ojos recorrieron los increíbles y hermosos paisajes lunares del desierto de Atacama, sus lagunas, sus volcanes (¿dije que me encanta el Licancabur?), su particular flora y fauna, disfruté de la hospitalidad de los atacameños de San Pedro y degusté sus comidas y bebidas.
Hay varias excursiones posibles para recorrer la zona, pero las que hice fueron las del Valle de la Luna, Salar de Atacama (que incluye los pueblitos de Toconao y Socaire, y las lagunas altiplánicas de Miscanti y Meñiques) y los Geisers del Tatio. Me dejé, ya por falta de tiempo y porque los cuerpos pedían pausa después de los madrugones y de los traqueteos en coche por esos caminos de cabras, las de las Termas de Puritama, Salar de Tara y Laguna Céjar, entre otras. Ya me ocurrió igual en el viaje anterior, y he vuelto a perderme un cachito de aquellos parajes, pero viajaba con un amigo que no había estado nunca, y preferí que viera lo más representativo. Vamos,... sólo sé que ¡ya tengo excusa para volver! :)
jo como te lo montas!! me metes en la maleta??? xDD
ResponderEliminar¡Hay que buscarte un sitio! Cuando haces un viaje, quedan las fotos, pero sobre todo sensaciones e imágenes irreproducibles, ni con las palabras ni con una cámara, y seguro que eres una compañera de viaje estupenda :)
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