viernes, 7 de enero de 2011

Mi Buenos Aires Querido

Iniciar el año de vacaciones es una gozada y si, encima, estás viajando, más. El destino esta vez fue Buenos Aires. Se trataba de pasar sólo tres días y conseguir, en lo posible, que mi compañero de viaje conociera lo más representativo de la ciudad.

La primera tarde, ya dejados los trastos en el hotel, la dedicamos a pasear por Puerto Madero, repleta de jacarandás (aunque no los he visto tan repletos de flores malviazuladas como los recordaba), para tomar una Quilmes bien fría y disfrutar del río de la Plata. Terminamos cenando en uno de los numerosos restaurantes que desfilan por los diques. Me sorprendió ver que, casi vayas donde vayas, encuentras WiFi gratuita, a veces abierta del todo, a veces accesible preguntando la password al camarero.
 

El segundo día: recorrido desde la Plaza del Congreso hasta la comercial calle Florida, donde te cruzas con turistas y locales, caminando deprisa, mientras algunos te ofrecen cuero a buen precio, o el mejor sitio para cambiar moneda. De allí, cruzando la amplísima Avenida de 9 de Julio, llegamos hasta la bonita Avenida Alvear para alcanzar el barrio de La Recoleta. Fue en a la terraza que hay junto al antiquísimo y gigante árbol Gomero, donde pudimos calmar nuestra sed después de la caminata, y disfrutamos después de una jugosa carne a la parrilla.
 

Volvimos al hotel para refrescarnos antes de volver a escapar. Esta vez tocaba un espectáculo de tango. Hay mil sitios, de los más clásicos a los más modernos, pero optamos por el famosísimo Viejo Almacén.
 

El tercer día: city tour!. Subimos a un autobús de esos con techo abierto, para poder ir recorriendo la ciudad recibiendo las explicaciones y anécdotas de los sitios por los que íbamos pasando. Íbamos tomando las fotos que podíamos desde el bus, pero paramos en Caminito,

para ponernos a la sombra durante un rato, pues aquella mañana el sol picaba, y estando a techo descubierto en el bus necesitábamos que la sesera no se derritiera del todo. Volvimos a la zona del hotel, a comer de nuevo en Puerto Madero, y por la noche a cenar al barrio de Palermo Hollywood, a un restaurante de influencias asiáticas que hizo nuestras delicias.

Me ha encantado reencontrarme con Buenos Aires, y por supuesto con sus habitantes: divertidos, amables, conversadores... Adoro cómo hablan los argentinos y he sido muy consciente en este viaje de la innumerable cantidad de veces que los españoles usamos el verbo coger, palabra que no empleamos en el mismo sentido que ellos, lo cual me decidió a intentar sustituirla por sinónimos. ¡Difícil tarea! No porque no existan, sino porque estoy acostumbrada a hablar rápido, y el tener esa "prohibición" se me pasaba, y me daba cuenta siempre al instante, pero ya demasiado tarde. Me temo que en España somos grandes "cogedores", ya que para nosotros es normal: coger el avión, autobús, taxi o metro, coger el teléfono, coger un chiste, coger un artículo en un supermercado, coger un berrinche, coger un resfriado,... y muchos más "cogeres" que pueden verse en la definición que da la RAE (http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=coger), donde es la acepción 31ª la que recoge el significado que intentaba evitar.

Y de Argentina, tras la pausa de hoy en Santiago de Chile... ¡al desierto de Atacama!. Tengo ya lista la maleta, preparada con ropa para el frío de sus noches y ropa para el calor de sus mañanas y tardes. Madrugaré harto (como dicen por acá) para llegar con tiempo al aeropuerto, pero no sin desearos ¡Feliz Año 2011! :-)

2 comentarios:

  1. ¿me metes en la maleta? diosh! de mayor quiero viajar tanto como tú!

    unbeso!!

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  2. Para este año me he propuesto viajar más, para conocer sitios nuevos. Últimamente los viajes que he hecho han sido a lugares que ya conocía. A ver si lo puedo hacer realidad :)

    Besos!

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