jueves, 26 de abril de 2012

To Unvirtualize Or Not To Unvirtualize?

Es muy fácil en estos tiempos comunicarse con alguien, incluso si vive en la otra punta del globo. Dejando a un lado el handicap de la diferencia horaria, que lo es, si realmente te interesa, buscarás la manera. En la mayoría de los casos no se tratará de la tradicional carta, viajera de un lado a otro normalmente por avión o tren, sino más bien de la comunicación online o quasi-online que nos brindan tantos canales hoy en día: Twitter, Facebook, Whatsapp, Google Talk, Viber, email, teléfono fijo o móvil, SMS y tantas y tantas opciones. El uso de cualquiera de estos canales y herramientas te permite ir conociendo a la persona. Tal vez pasas del Twitter al email, y de éste al chat, y de ahí a escuchar su risa y su voz, para poner más realismo a esos ¡Jajaja!, Lol! y emoticonos variados que ayudan a dar expresividad al mensaje, pero que no tienen comparación con el sonido real cuando por fin lo escuchamos. Las ideas preestablecidas que pudiéramos tener se barren de un plumazo, y de pronto la voz que anhelábamos conocer nos encanta, o por el contrario nos parece chillona, o tal vez no nos gusta el acento, o nos enamoramos de esa risa tan fresca. Cualquier cosa es posible, y no solo con la voz, sino también con la imagen. Las fotos son instantes detenidos en el tiempo, pueden no ser actuales, estar retocadas con efectos que las mejoren, o hasta pueden ser falsas y no corresponder en absoluto a la persona que hay detrás. Nos entra el deseo de ver en movimiento esa imagen, de unirla a la voz que ya conocemos, clamamos por un encuentro, o a falta de él, un vídeo encuentro. Es normal y es fácil que pronto nazca en ti la necesidad o ganas de "desvirtualizar" a esa persona, de ir más allá de oír su voz por teléfono o ver su imagen in motion a través de una webcam, y ahí es cuando se plantea la eterna traba de la distancia física, especialmente desesperante cuando crees que te has enamorado de esa persona.

Communication tools
Si es de la misma ciudad, ¡facilísimo!, en un abrir y cerrar de ojos puedes estar tomando unas cañas o un café. Pero si es de una ciudad, país o continente distinto, ¿qué haces? Tengo contactos de otras ciudades a los que me encantaría conocer mejor (blush!) pero me frena el hecho de que nos hallemos tan lejanos. Si en una relación en buen estado ya existente se impone la separación física, por ejemplo por temas laborales, será duro, claramente, pero en el caso de una relación potencial, indudablemente supone un gran freno, hace que se vaya muchas veces al traste y es condenada antes siquiera de haberse iniciado. ¿Qué hacer? ¿Lanzarse a la piscina y seguir avanzando virtualmente quitándole hierro al asunto de la distancia y ya se verá qué pasa si llega el momento que menciono? ¿O, para ser práctico, te limitas a intentarlo solo con contactos locales? Como siempre, el soñado teletransporte me viene a la mente, y facilitaría todo mucho más, pero dado que no se deciden a inventarlo y que los viajes, baratos o no, llevan su tiempo y obligan a veces a tomar vacaciones, ¿qué aspectos barajas para decidirte a emprender el salto hacia un encuentro? Considero que habrá que tener en cuenta la distancia virtual y la distancia física, entendiendo la primera en el sentido de "a mejor comunicación, de calidad, frecuente y con alta velocidad de respuesta, menor distancia virtual", con lo que a la hora de dar pesos a las herramientas usadas, tendría más peso una webcam que una simple carta, pues están "más cerca virtualmente" dos personas que se comunican por videoconferencia que dos que se comunican por la tradicional carta postal, con sus sellos y esperas. Pero la distancia física importa, y mucho, al menos a la hora de dar el paso de tener frente a ti a la otra persona, y poder olerla y tocarla.




Cuantificados los pesos o valores de cada una de los herramientas de comunicación, ¿cuánto ha de ser el valor del factor de desvirtualización para decidirse a ir a la aventura? ¿De cuántos virts por Km estamos hablando? :)

4 comentarios:

  1. Pienso que no hay otra fórmula que las ganas de vivir, de experimentar, de conocer y sentir de cada uno. Cuando cierre los ojos definitivamente no creo que esté pensando, quién sabe, en ninguna fórmula física, estadística, matemática. Sí espero en cambio "ver" las caras de aquellos a quienes encontré en este viaje.

    Hay valor o no lo hay y lo demás son dudas, titubeos. Siempre me ha compensado saltar, con independencia de cómo fuese al final.

    Te deseo suerte aunque yo esté en otro bando.

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    1. Gracias por pasar por aquí y comentar. No entiendo lo de que estás en otro bando, yo no he dicho estar en ninguno concreto :)

      Son reflexiones. Si algo en mi interior me grita que dé el salto, seguramente lo haré en la mayoría de los casos, pero si la otra persona vive en Australia, me temo que me pensaría el alimentar la relación, más que como amistad o algo platónico.

      ¡Un abrazo!

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  2. Yo soy de esas personas que si lleva meses hablando con alguien, han hablado por whatsapps o por teléfono, hay algo de confianza, me animo a desvirtualizarla (de hecho me encanta desvirtualizar followers jajaja) suma eso a que soy una persona sociable, luego depende de cada persona, cada persona es un mundo.

    En cuanto a lo de enamorarse, a mí me ha pasado y...no se lo recomiendo a nadie, siempre quedará la amistad cierto es, pero es difícil abandonar tus sentimientos hacia persona, pero bueno, supongo que lo que pase, sea bueno o malo, partirá de una desvirtulización jeje.

    un abrazo guapa!

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    1. Sí, coincido contigo en que cuando notas feeling a través de un medio virtual, tiendes a dar el salto, para poner voz, olor y dimensiones al otro, lo malo es si vive muuuuy lejos, jajaja :)

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