—Oye...
—¿Quéeee?
—Reúnete conmigo.
—¿Para qué?
—Fuguémonos por unas horas.
—¡¿Qué dices?!
—Veamos cómo el cielo se tiñe de colores imposibles al atardecer.
—Anda calla.
—Perdámonos en la ciudad, crucemos como dos niños con los semáforos en rojo.
—Y dale.
—Comamos palomitas en un cine, chuches con frutos secos, regaliz y un helado gigante a medias.
—Pero, cielo, ¿qué has tomado hoy? Estás fatal.
—Saltemos de lleno en los charcos.
—Si es con botas de agua...
—Bañémonos en un río o en un lago.
—¡Qué ganas de agua te han entrado!
—Seamos testigos de la salida de cada estrella cuando anochezca y dejemos que ellas sean nuestro techo y velen nuestros sueños.
—Te estás poniendo mimosa.
—Anda, acúname en tus brazos en un banco del parque.
—Sí, definitivamente, muy mimosa.
—Arráncame la ropa, apechúscate a mí y no dejes de besarme.
—Mimosa y salvaje...
—Déjame lamer tu cuerpo, recorre el mío sin dejar uno solo de mis poros envidioso del resto.
—Mmmmmhhhh...
—Hazme el amor una y mil veces, y cuando mi cuerpo repose lánguido y exhausto, pero feliz, junto al tuyo, envuélveme con tus brazos, deja que busque ese mágico rincón junto a tu cuello, en el que encajo tan bien, y repose mi cabeza en tu pecho mientras lo acaricio.
—Estás loca —dice dando media vuelta en la cama y encontrándola frente a él, con un dulce mohín en los labios y mirada felina y traviesa—, pero eres mi loca y tienes un poder de convicción irresistible. ¡Sssshhhh, ahora calla...! No digas una sola palabra más —y se acerca más para silenciar esa boca maravillosa que no calla, atrapando entre sus labios los de ella y amordazándola con un beso.
—¿Quéeee?
—Reúnete conmigo.
—¿Para qué?
—Fuguémonos por unas horas.
—¡¿Qué dices?!
—Veamos cómo el cielo se tiñe de colores imposibles al atardecer.
—Anda calla.
—Perdámonos en la ciudad, crucemos como dos niños con los semáforos en rojo.
—Y dale.
—Comamos palomitas en un cine, chuches con frutos secos, regaliz y un helado gigante a medias.
—Pero, cielo, ¿qué has tomado hoy? Estás fatal.
—Saltemos de lleno en los charcos.
—Si es con botas de agua...
—Bañémonos en un río o en un lago.
—¡Qué ganas de agua te han entrado!
—Seamos testigos de la salida de cada estrella cuando anochezca y dejemos que ellas sean nuestro techo y velen nuestros sueños.
—Te estás poniendo mimosa.
—Anda, acúname en tus brazos en un banco del parque.
—Sí, definitivamente, muy mimosa.
—Arráncame la ropa, apechúscate a mí y no dejes de besarme.
—Mimosa y salvaje...
—Déjame lamer tu cuerpo, recorre el mío sin dejar uno solo de mis poros envidioso del resto.
—Mmmmmhhhh...
—Hazme el amor una y mil veces, y cuando mi cuerpo repose lánguido y exhausto, pero feliz, junto al tuyo, envuélveme con tus brazos, deja que busque ese mágico rincón junto a tu cuello, en el que encajo tan bien, y repose mi cabeza en tu pecho mientras lo acaricio.
—Estás loca —dice dando media vuelta en la cama y encontrándola frente a él, con un dulce mohín en los labios y mirada felina y traviesa—, pero eres mi loca y tienes un poder de convicción irresistible. ¡Sssshhhh, ahora calla...! No digas una sola palabra más —y se acerca más para silenciar esa boca maravillosa que no calla, atrapando entre sus labios los de ella y amordazándola con un beso.
muy bonito si señor, dan ganas de enamorarse ;D
ResponderEliminar¡Jajaja! Pues... ¿a qué esperas? Lo malo es lo del ser correspondido y esos pequeños detalles, pero cuando lo es, es la sensación más maravillosa del Universo :)
Eliminar¡Un beso!
Preciosa, querida Moona. De esos momentos que una guarda en la retina y posiblemente, en el corazón. Grandes sensaciones.
ResponderEliminar¡Un beso!
Los buenos momentos siempren encuentran espacio para ser guardados, y así podemos revivirlos tantas veces como queramos :)
Eliminar¡Un beso!
jajajaja ¿has patentado ya el verbo apechuscar?
ResponderEliminarSeguro que hasta existe y todo...
Un beso enorme
Lol! No existe, es un verbo de cosecha propia. Es abrazar a alguien acercándolo a tu pecho o acercándote tú al suyo, pero a mí me suena siempre tierno :)
Eliminar¡Un beso!
Me gusta ese verbo "apechuscar". Muy bonito texto... arrebatador!! Dejan ganas de enloquecerse con la vida, se esté o no enamorado!!! Un abrazo lento.
ResponderEliminar¡Gracias, linda! Me encanta eso de enloquecerse con la vida. Hay que intentarlo cada día :)
Eliminar¡Un beso soleado desde la playa!