Solo conocía su risa. Abierta, alegre, fresca, contagiosa, elegante —¿acaso una risa puede ser definida como tal?—, cristalina, musical... Se sorprendía pensando en ella durante el día, imaginando cómo sería su dueña. No tenía datos, ni de edad, ni de altura, ni de aspecto físico. No sabía cómo era su caracter o a qué se dedicaba, pero ardía en deseos de conocerla, de hablar con ella, de ver cómo era el gesto en su cara cuando explosionaba su risa. Se le había metido en lo más hondo, directa desde el oído al corazón. La dueña de tal cascada de sonidos festivos no era otra que su vecina, con la que compartía pared del salón. Cada uno haciendo su vida a un lado, y sin coincidir jamás en el descansillo o el ascensor, ya que cada uno vívía en un portal de la urbanización, y las únicas zonas comunes que les podrían permitir coincidir, no habían dado fruto aún.
Cierto día, justo al aparcar y salir del coche, escuchó claramente esa risa que le tenía enloquecido, y aceleró y corrió en su dirección como si le fuera la vida en ello, llegando a tiempo de vislumbrar una bufanda roja que desaparecía tras una esquina, seguramente en dirección a su portal. Ya tenía algo más: su risa y una bufanda roja. Pero no era suficiente y no pensaba darse por vencido, y menos ahora que estaba tan cerca. A riesgo de parecer un loco o de encontrarse con una visión que rompiera el sueño que le mantenía ilusionado, confió en su instinto y recorrió los pasos que le separaban de ella. Siguió aquella risa hasta su dueña, y hoy... ríen juntos.
Es que algunas risas (sonrisas) son ventanas llenas de sol a las que quieres siempre asomarte y dejarte acariciar por ellas.
ResponderEliminarTe mando cascadas de risas, divertidas y juguetonas.
Besazo enorme, Super Moona. ;*
Gracias, linda Eva, y que no nos falten nunca risas y sonrisas como la tuya :***
Eliminar¡Muy inspirador! No hay que darse por vencido en la persecuón de una risa, ni de los sueños :-)
ResponderEliminarUn abrazo
Como dicen por ahí, Marco, I keep trying :)
EliminarGracias por asomarte. Un abrazo :)
Oh! Un final feliz...sencillo pero al grano. Muy bien escrito Moona, como siempre enganchando desde el principio.
ResponderEliminarUn abrazo de año nuevo
A veces la clave reside en la sencillez, y no me apetecía terminar el año con finales tristes.
EliminarUn beso de año recién estrenado con olor a nuevo :)
Genial!
ResponderEliminarMirando los comentarios retroactivamente... me fijo en que contestas todos... a ver si aprendo ese hábito de ti y estoy a la altura de mis grandes comentaristas.
Un abrazo
Yo agradezco a cada lector que se asoma a este rincón, pero si, además, alguien tiene el detalle de pararse un momento a comentar qué le pareció la entrada tras leerlo, lo menos que merece es mi agradecimiento por escrito. Y ahora lo que he descubierto es que Blogger no me avisa de los nuevos comentarios como hacía antes, con que, a ver cómo me las apaño :S
EliminarUn abrazo
Moona,
ResponderEliminarMe encanta este relato precisamente porque gira en torno a la risa, qué sonido tan delicioso! Yo, como decía una frase que vi por ahí hace poco, "También creo en el amor a primera risa" :D
Un abrazo!
Me alegro de que te guste, Ángela, y encantada de verte por aquí. En mi caso "el amor a primera risa" ha sido el 99% de las veces :)
EliminarUn abrazo
Que potatoooooooooo!!!! y lo que mola sonreír a la vida ¿eh? :)
ResponderEliminarUn abrazo risueño :)
La sonrisa y la risa curan a quien las produce y a quien las recibe. Eso es casi magia, ¿no? :)
EliminarUn abrazo, linda