miércoles, 3 de septiembre de 2014

Some Day


Las manecillas avanzan... Pasan los minutos y las horas, se hacen días y acumulan meses, y aquí sigo yo, esperando que aparezcas. Tenemos una cita, ¿no recuerdas, amor? No, claro que no lo recuerdas, pues de hacerlo aquí estarías. Sonaría el timbre de la puerta y, al abrirla, me encontraría contigo, con tu yo de esta vida. Tal vez me pillaras tras despertar de la siesta, aún somnolienta y perdida, sin vestir de calle, acaso en zapatillas de andar por casa, o tal vez abriera desnuda, cubierta por una toalla tras salir de la ducha. ¡Qué ricura de imprevisto hallarte! ¡Vivan los momentos naturales, frescos, sin preparativos, sin adulterar, sin maquillar! Viva la energía que se genera cuando dos que se quieren vuelven a reencontrarse, días después, semanas o, como aquí, toda una vida. No dudaría un instante en salir tal cual a la calle, a la vida, a que me lleves donde el corazón te susurre al oído como si te contara un secreto, para darme una sorpresa y entender que, en el fondo, sí te acuerdas. Pudiera ser también que en lugar de salir yo, entraras a mi casa. No para amarnos, que eso vendrá después, cuando en tu memoria estallen los recuerdos que tu alma guarda, sino para dejar que te mire y me emborrache, que mis ojos se gasten dulcemente en cada línea de tu cara y recorran cada poro y lo hagan suyo, aprendiéndose de nuevo tu ser, tu color, tu olor, tu sabor. Y cerrarlos, sabiendo que esta vez, al abrirlos, no habrá sido un sueño y seguirás ahí, cerrarlos para que mi memoria redibuje tu nuevo yo, sabiendo que estás a mi lado, que si estiro un poquito la mano, me la atraparás entre las tuyas y me la cubrirás de besos. Pero no, corazón, no te acuerdas de la cita. Si lo hicieras no estaría yo escribiendo estas líneas. Andaría disfrutándote como en otras vidas, riéndole al destino los juegos que nos gasta para juntarnos. Tal vez no sea el momento aún y ha de pasar tiempo, tal vez esta vida no me toca tenerte, sino echarte de menos hasta el final. No te preocupes, amor, que aunque sea éste el caso, yo... sí recuerdo, y nos veremos en la siguiente.

Heart Galaxy by the astronomer Julien Girard @djulik
 

4 comentarios:

  1. Qué ricura leerte con el desayuno y éste aire fresquito que entra por la ventana mientras me cuentas los juegos del destino, las múltiples vidas que puede vivir un mismo amor que traspasa la muerte y llega transformado pero en esencia el mismo. Me gusta...
    Un abrazo de tostadas y café

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    1. Hay amores que traspasan barreras de todo tipo :) Gracias por compartir tu desayuno conmigo :*

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  2. "... dejar que te mire y me emborrache..."
    Absolutamente genial.
    Un abrazo

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